San Sebastián Teponahuaxtlán. Donde la justicia no llega

Ricardo Balderas / JALISCO (proceso).- Las comunidades precolombinas wixárika, nahua y coca llevan lustros defendiéndose de autoridades y grupos criminales que pretenden arrebatarles sus tierras para explotar sus recursos naturales, construir megadesarrollos o destinarlas al cultivo de estupefacientes.

Nadie escucha sus reclamos, dicen los dirigentes indígenas. Se sienten abandonados por las autoridades porque, insisten, ni siquiera saben cuántas poblaciones originarias hay en Jalisco ni cuántos pobladores tienen; menos aún les dan el estatus de sujetos jurídicos ni se enteran de sus problemas cotidianos.



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