CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En la carta a este buzón firmada por un hijo del doctor Pangloss, luego de ser leída por este servidor lo puso a pensar y sacó la conclusión de que solo pudo ser escrita por un ignorante de la historia o de uno para el cual la educación fue, más que otra cosa, una domesticación para ser escriba de integrantes de las minorías selectas, de esas que tienen en sus manos el poder de decisiones que a todos afectan; en su caso, la gran burguesía, los grandes capitalistas, los dueños de las grandes corporaciones industriales, financieras y comerciales, tanto nacionales como internacionales.

Su servidor admite que es imposible negar que ese grupo social es tenaz, tiene arrojo, dedicación para exaltar la individualidad humana, principalmente la propia; que se ha enfrentado y se enfrenta a la cerradas estructuras jerárquicas, sobre todo a las que se oponen y cuestionan el poder al que pertenecen; que con tesón defienden los derechos de la humana criatura a la libertad, a expresar sus ideas, reunirse y moverse según su voluntad, siempre que esos derechos no enfrenten y menos debiliten a los de su clase.