CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde los años de la Revolución, cuando el país se hundió en una severa crisis, no habían aparecido tantos santos populares como ahora los vemos reflejados en decenas de imágenes, efigies o fotografías en altares y capillas construidas en las calles o en algún lugar especial dentro de las casas de millones de familias.
Santos populares, santos profanos, santos extraoficiales, santos bandidos o santos del pueblo son algunas de las denominaciones que se les han dado a esos personajes que, en su mayor parte, tuvieron una vida de martirio y manifestaron dones de sanación y protección para los sectores más golpeados de la sociedad.
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