El infierno en la carretera 236

MADRID (proceso).- En la carretera nacional 236 –que une a los pueblos portugueses de Figueiró dos Vinhos y Castanheira de Péra– el escenario es apocalíptico: apilados, una docena de vehículos calcinados contienen en su interior los cuerpos carbonizados de unas 30 personas, muchos de ellos niños. La cinta asfáltica se encuentra fundida por el efecto del fuego. Troncos altos y grises, ya desramados, flanquean la tragedia.
Una de las víctimas es Rodrigo, de cuatro años, quien quedó atrapado con su tío Sidnel en el auto de éste, con quien pasaba unos días mientras sus padres estaban de luna de miel, según relató a la televisión portuguesa su abuelo, quien apenas podía articular las palabras.


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