MOVIMIENTO GNÓSTICO, UNA SECTA BAJO SOSPECHA

MÉXICO, D.F., 15 de junio (apro).- Alejandra pidió permiso a su madre para asistir a unas “pláticas de gnosis y clases para hacer pays”. Dos meses después, el 15 de septiembre de 2011, la joven cumplió 18 años. Tenía pocas semanas de haberse inscrito en la carrera de Ciencias Biológicas de la Universidad de Guadalajara. Lucía entusiasmada. No había nada extraño en ella.
La vida de Emma de Jesús Vera Soria, su madre, se nubló el 14 de octubre de ese mismo año, el mismo día de la inauguración de los Juegos Panamericanos. Alejandra le llamó a su teléfono celular: “Me iré a Coahuila a un curso de gnosis”. La joven inmediatamente colgó.


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