LA GUERRA ENTRE MICHOACANOS

APATZINGÁN, Mich., 22 de enero (apro).- En esta ciudad todo parece volver a la normalidad. Los niños han regresado a clases, los negocios han abierto en el centro, el palacio municipal está funcionando y se observa gente en la calle por las noches. En apariencia todo va bien, según el discurso oficial.
Pero lo que no es normal son los cientos o miles de policías federales y soldados fuertemente armados a bordo de camionetas artilladas que hacen sus rondines por toda las calles y avenidas; las detenciones arbitrarias que están realizando; la presencia de aviones y helicópteros sobrevolando por toda la región; la ausencia de policías municipales acusados de colaborar con los Caballeros Templarios, y las balaceras que de pronto se suscitan en los poblados aledaños a esta ciudad. Esa es la normalidad que hoy hay en Apatzingán.


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