Al mismo tiempo que las ventas de Petróleos Mexicanos (Pemex) se desinflaron, en las entrañas del país se extendió una red de contrabando de combustibles, tejida en complicidad entre el sector privado y el público, y que echaba por tierra la frase presidencial de Andrés Manuel López Obrador: “Hemos podido borrar prácticamente todo el huachicol”.
La telaraña se empezó a tejer en 2022, cuando el gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación hizo que los militares asumieran el control de las aduanas, con la promesa de cerrar las llaves del contrabando de combustibles.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí