Jenaro Villamil
MEXICO, DF, 21 de octubre (apro).- Una vez más, la clase política mexicana de todos los signos y partidos se quedó rezagada frente a la creciente indignación social frente al hallazgo de 19 narcofosas tan sólo en las inmediaciones de Iguala, Guerrero, la incertidumbre sobre la situación de los 43 normalistas de Ayotzinapa que cumplen casi un mes desaparecidos y la creciente certeza de que existe un encubrimiento institucional para conocer las verdaderas dimensiones del horror que abarca no sólo la entidad sureña.
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