CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Seguramente en sus oficinas de El Vaticano el Papa Jorge Mario Bergolio tuvo la información necesaria antes de venir a México. Incluso lo visitaron funcionarios mexicanos y organizaciones sociales le mandaron cartas para darle más datos la situación en el país. Pero es posible que hasta que llegó a México se dio cuenta de la situación que se vive y del infierno que se sufre.
Seguramente al mirar a los mexicanos el prelado argentino se dio cuenta que llegaba al mismísimo infierno pues ni en su natal tierra se vivió tanta violencia en la época de la dictadura que también él miró de cerca.
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