LA COMPETENCIA COMO JUEGO

MÉXICO, D.F., 29 de octubre (proceso).- Unos minutos bastaron para que la niña Alejandra Valencia quedara cautivada por el tiro con arco. Sentada sobre su bicicleta, la chiquilla de escasos ocho años contemplaba fascinada a un grupo de arqueros que disparaban flechas en el campo de tiro de su natal Hermosillo.
Cuando el entrenador Miguel Ángel Flores descubrió la fascinación en los ojos de la pequeña se le acercó. Le preguntó si quería unirse a su grupo. Asintió de inmediato, como si le hubieran ofrecido un cono de helado.


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