LA HABANA, Cuba (apro).- Debido a que el gobierno cubano sólo entregó boletos de entrada al Estadio Latinoamericano de La Habana a personas afines al Partido Comunista Cubano (PCC) y no instaló la pantalla gigante en el Parque Central –como lo anunció–, la única opción de muchos habaneros para ver el “partido histórico” de beisbol entre los Rays de Tampa Bay y la selección nacional fue asomarse en las terrazas de los restaurantes para alcanzar a ver la televisión.
En menos de dos horas, los profesionales de las Grandes Ligas (MLB, por sus siglas en inglés) estuvieron a punto de propinar “lechada” a la selección cubana. Pero el homerun de Rudy Reyes en la novena entrada aseguró un punto a su equipo y dejó el marcador 4-1 en favor de los Rays.
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