CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La caída de CAME, una de las Sociedades Financieras Populares (Sofipo) más grandes del país, dejó colgados a más de un millón de ahorradores sin operaciones, sin acceso a su dinero y sin explicaciones claras del gobierno.
La entidad dejó de operar oficialmente el 13 de junio tras ser intervenida por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Y aunque las autoridades prometieron protección, el fondo encargado de devolver el dinero no tiene recursos suficientes para cubrir la magnitud del problema.
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