MÉXICO, D.F., 29 de octubre (proceso).- Fue un presidente mexicano, Sebastián Lerdo de Tejada, quien definió la vecindad entre los dos países así: “Entre los Estados Unidos y México, mejor el desierto”. Era 1873 y todavía las heridas morales de la guerra entre ambos países afectaban el orgullo patrio de don Sebastián. Pero, para completar la experiencia de lo norteamericano en México, hay que decir algo más sobre quien acuñó esa terrible frase: Sebastián Lerdo de Tejada, tras dejar la presidencia de México, vivió durante 13 años, y hasta su muerte en 1889, en Nueva York. Para los mexicanos, Estados Unidos es lo mismo el enemigo que asecha y el sitio del refugio. Los términos que usamos en México para los vecinos del norte dan cuenta de esa relación conflictiva: los norteamericanos son los que defienden una mejor forma de vida, el confort; los gringos, por el contrario, son los que declaran guerras unilaterales. El cobijo y la fuerza, términos opuestos, son los rostros de EU en México.
(…) El territorio mexicano, siempre entre el desierto asfixiante y la jungla soporífera, ha contenido para los Estados Unidos una fuerza que es el azar. En México, diría un norteamericano común, todo es posible: encontrar la fiesta o la muerte. México es lo que no está reglamentado, en donde todo es potencial y nunca definitivo: la evanescencia de lo contingente. Tres personajes muy significativos del ánimo norteamericano así lo metaforizan: Albert K. Owen, Ambrose Bierce y William Burroughs (…).
JOSÉ MARÍA PÉREZ GAY Y EL IMPERIO PERDIDO
##DY APRO
CULTURA
SAURA A 75 AÑOS DEL ASESINATO DE GARCÍA LORCA
Armando Ponce y Columba Vértiz
MEXICO, DF, 15 de octubre (proceso).- Justo a los 75 años del asesinato del poeta andaluz Federico García Lorca, Carlos Saura recuerda que con Bodas de sangre (1981), largometraje basado en la tragedia del también dramaturgo, descubrió que podía crear cine musical. Tras proyectarse en Cannes, resultó un éxito inesperado.
HOMENAJE A PAZ EN EL SENADO
Jesusa Cervantes
MEXICO, DF, 15 de octubre (proceso).- Trece años y medio después de la muerte de Octavio Paz “””y tres después de que la Cámara de Diputados rechazara inscribirlo con letras de oro en el Muro de Honor de San Lázaro”””, el Senado le pondrá el nombre del poeta al auditorio principal de su nueva sede, en una ceremonia que se efectuará el próximo miércoles 19.
“ÉL NO LE HACÍA CARAVANAS AL PRÍNCIPE”
MEXICO, DF, 15 de octubre (proceso).- Señor director:
He leído con mucho interés su entrevista con Enrique Krauze “Viaje a las entrañas de Octavio Paz” en el último número de Proceso, intensa y apasionada tanto por parte de usted, el entrevistador, como del entrevistado. Por falta de tiempo y de espacio trataré de ser breve con unos pequeños comentarios que le estoy muy agradecida de permitirme publicar a última hora.
EL VALOR DEL TIEMPO
Julio Scherer García
MEXICO, DF, 15 de octubre (proceso).- El cáncer, siempre el cáncer. En un principio me dije que Octavio Paz vencería el abominable mal, como Gabriel García Márquez. Había sufrido Gabo con su salud, pero de cáncer no moriría. Otras desventuras han empañado su vida, pero no ésa. Lo recuerdo abatido en los inicios de la enfermedad y poco a poco más confiado en la bienaventuranza que en muchos sentidos ha sido su vida.
EL OTRO PREMIO REYES PARA PACHECO
MÉXICO, D.F., 8 de octubre (proceso).- En su popular novela breve Las batallas en el desierto (Era, 1981), José Emilio Pacheco regresó al tema de las experiencias iniciáticas: un adulto narra su infancia con nostalgia crítica, desde la cual transmite tanto su primer enamoramiento (cuando era “Carlitos”) como las diversas transformaciones de la cultura nacional a mediados del siglo XX.
El tiempo histórico de los sucesos se fija así:
HÉCTOR VASCONCELOS: TRAICIÓN A LA SEP
##DY APRO
CULTURA
JOSÉ AGUSTÍN, EL DESMADROSO
Vicente Leñero
MEXICO, DF, 24 de septiembre (proceso).- ¡Ah qué alta daba José Agustín! Volaba, más que corría 1965, cuando empezamos a trabajar en la revista Claudia. Agustín había llegado hasta ahí, al galerón provisional de la calle de Ayuntamiento, recomendado y empujado por Gustavo Sainz; yo había conseguido la chamba por mi cuenta, pero también gracias a un tip de Gustavo quien nos aseguraba, eufórico, que ésta si prometía se4r una revista de verdad, sin las mamonerías del común de las revistas femeninas tipo Kena de Kena Moreno, o Vanidades, o la semipornográfica Cosmopolitan. Con el molde de unan célebre Claudia de Argentina y una Claudia de Brasil, en alianza firmada entre la editorial Abril de Sudamérica y Novedades de México, se iba a lanzar, se lanzaba ya, una revista mensual decidida a entender a la mujer como algo más que una ama de casa. La imagen femenina de esta gran Claudia era –nos decía Jorge De”Angeli, cerebro de la organización– la imagen de la Mujer Moderna, con mayúsculas: libre, sofisticada, elegante, bella y un poquitín descocada, quizás hasta promiscua, definitivamente frívola. Entonces se reía José Agustín entre dientes, pellizcándonos a escondidas a Gustavo y a mí, para hacernos perder nuestra seriedad de palo, hipócritas, frente al circunspecto De”Angeli o el activismo Ernesto Spota, convencidos ambos de que iban a hacer de nosotros, no sólo agudísimos reporteros, correctísimos redactores, sino artificies de esa imagen femenina, extraordinaria y escandalosa, que tanto necesitaban nuestras chaparritas mexicanas para deshacerse de sus kilitos de más y liberarse de una vez por todas del yugo machista. Nosotros: los artífices, los arquitectos, los pigmaliones del nuevo mundo de la mujer en los años sesenta””” Y José Agustín seguía riéndose con la garganta hecha gárgaras, y contagiándonos a Gustavo y a mí, y dando brinquitos, y murmurando procacidad y media.
UN PALIMPTEXTO: 1956, 1990, 2011
MEXICO, DF, 24 de septiembre (proceso).- El gato y la noche
Si un palimpsesto es la “tablilla usada antiguamente para escribir, en la que podía borrarse lo escrito para escribir de nuevo”, o el “manuscrito antiguo en que se aprecian huellas de una escritura anterior que fue borrada para escribir lo que parece más perceptible” (María Moliner, Diccionario de uso del español), un palimptexto sería aquella página escrita sobre otra página que cambia una y otra vez sin dejar de ser ella misma. Ejemplos de literatura palimptéxtica serían lasVidas imaginarias de Marcel Schwob y los cuentos que en ese mismo final del siglo XIX escribe Rubén Darío en Buenos Aires.