Arturo Rodríguez García
México, D.F., 23 de octubre (apro).- La caída de gobernadores en medio de escándalos o por venganzas políticas del presidente en turno tiene su origen en el régimen priista. Esa tradición fue suspendida durante los 12 años de gobiernos panistas, en que los mandatarios estatales consolidaron su inamovilidad.