Para AMLO no debe haber período de gracia

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La secuencia de actos culmina en una enorme celebración. Siete meses, desde que inició formalmente la vorágine, dan cuenta del ascenso que las encuestas reflejan con anticipación pero que, en este país, donde se desconfía de todo porque todo ha sido casi siempre un engaño, impiden la claridad inicial, que se va confirmando en una cascada de acontecimientos la noche del 1 de julio.

Es un fenómeno y eso sí se sabe, por lo que no es propio decir que en esos meses se construyó. Viene de lejos. De las luchas por la democracia que sabíamos inmolación en tiempos de hegemonía. Del inspirador, épico, “Éxodo por la Democracia”, que ocurrió cuando muchos éramos niños, y para una enorme porción del electorado, si acaso, referencia histórica de los tiempos convulsos con aspiraciones democráticas… porque hace 30 años que el fenómeno arrancó desde la caliente y húmeda Chontalpa.

El “efecto AMLO” y los temas urgentes

CIUDAD DE MEXICO (apro).- A dos días de las elecciones del 1 de julio, los resultados electorales están sorprendiendo a propios y extraños. Asistimos no sólo a una caída en las preferencias electorales de los partidos históricos de la “alternancia”, sino al derrumbe completo de las fuerzas políticas que dieron vida al Pacto por México y que encabezaron las llamadas “reformas estructurales” que se aplicaron a rajatabla en el sexenio de Peña Nieto.

En términos de sistema político, asistimos al fin del partido hegemónico (el PRI) y del modelo bipartidista (PRI-PAN) que desde 1988 fue el artífice de la neoliberalización del país y del control del Congreso y de las principales gubernaturas, con una “partido bisagra”, como el PRD, que gobernó desde 1997 hasta ahora la Ciudad de México, su principal bastión político-electoral y social.

La contienda terminó como había iniciado

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El espectáculo escatológico que acaba de culminar, llamado a veces “guerra sucia”, no es del todo diferente a lo que habíamos visto en contiendas electorales anteriores, en especial en la de 2006. Sin embargo, el país ya tenía una situación política distinta.

El fracaso de la función de gobierno no corresponde sólo a un partido sino a dos. En el lapso de 12 años, entre el año 2000 y el 2012, hubo dos cambios políticos de gobierno, pero ninguno hizo la crítica pertinente ni planteó una modificación de rumbo. En un periodo de 18 años, los partidos de la alternancia fracasaron luego de aplicar la misma política.

Democracia bajo asedio

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde la explosión de la violencia en México, se había insistido en que la delincuencia organizada no estaba interesada en el control político, que lo suyo era mantener las redes de protección para su negocio ilícito, independientemente del partido que ganara las elecciones.
El proceso electoral de este 2018 ha venido a demostrar la ingenuidad de esa interpretación, a pesar de tener a la mano los espejos de Colombia e Italia, donde el narcotráfico y la mafia han intervenido los procesos electorales.

La tensión del 1 de julio, entre la violencia y la tentación del fraude

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La sociedad mexicana no era arisca, así la acostumbró el largo sistema priista que puede llegar a su fin este 1 de julio.

La sospecha del fraude, las denuncias de operaciones carrusel, el reparto de tarjetas, las pérdidas de boletas, las instrucciones a funcionarios estatales, el pasmo del Instituto Nacional Electoral (INE) que anuncia un PREP más lento que hace 12 años, las balandronadas de los voceros de José Antonio Meade y la certeza de que ninguna cleptocracia deja el poder de manera fácil, son los ingredientes de una tensión previa a los comicios del próximo domingo.

Declinación Anaya-Meade, última llamada

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Desde mediados de abril, ante la consolidación de Andrés Manuel López Obrador como puntero en las preferencias de la elección presidencial, la idea de concretar una declinación de José Antonio Meade Kuribreña, abanderado del PRI con aliados, o de Ricardo Anaya Cortés, el candidato del PAN, fue creciendo hasta que en apariencia no se podía concretar.

Krauze, el absolutismo político y la mayoría

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- México tuvo una especie de absolutismo político en tanto que el Estado era un partido y todo el sistema electoral estaba en manos del Ejecutivo. Ninguna libertad podía ejercerse a cabalidad. Así también, el poder judicial carecía casi por completo de certeza y legalidad. El presidencialismo era despótico al grado usar la violencia como método de gobierno. Y, por si todo eso fuera poco, la prensa estaba amenazada y comprada.

¿México puede volver a tal situación? Si se trata de tomar parte en la contienda electoral, se puede decir que sí, siempre que le convenga a un candidato. Pero si se quisiera analizar con honradez intelectual la realidad de México, sería imposible sustentar la tesis del inminente peligro de volver a ese absolutismo político.

El fascismo de Trump y la cobardía de la SRE

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Los fascistas necesitan la crisis, el miedo, el odio y los chivos expiatorios. Como nuevos mesías prometen resolver los males sociales, y cuando no pueden, buscan culpables.

La definición es del pensador Rob Riemen (Países Bajos, 1962), quien ha insistido en el retorno global del fascismo. En una reciente entrevista con el periódico español El País, el director del Instituto Nexus, centro dedicado a la investigación internacional y a la política de derechos humanos, no duda en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump “tiene una mente completamente fascista”.