MÉXICO, D.F., 9 de mayo (apro).- Lo único que el señor cura sabe es que en la Ribera de Chapala, Jalisco, “las fuerzas del mal” superan a las del bien.
Desde que ocurrió la masacre de 18 jóvenes, cuyos cuerpos aparecieron hace exactamente un año en dos camionetas, el sacerdote optó por un voto de silencio, que de religioso no tiene nada.
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