CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Sólo dos de cada diez personas apoyan a Enrique Peña Nieto. La debilidad del presidente de México es peligrosa ante la llegada de un presidente estadunidense, Donald Trump, con aires imperiales y fascistas. Sobre todo si hay amenazas de acciones que pueden desequilibrar aún más la ya de por sí endeble gobernabilidad del país.
Enrique Peña Nieto se ha ido debilitando cada día más hasta alcanzar los índices más bajos de popularidad que ha tenido un presidente en las últimas décadas.
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