El próximo Papa en México enfrentará un clero fracturado y una nación violenta

Luego de la muerte del papa Francisco, la elección de su sucesor abrirá una nueva etapa en las relaciones entre México y el Vaticano en la que coincidirán un nuevo líder de la Iglesia católica y la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha tomado distancia de las prédicas sobre moral pública de Andrés Manuel López Obrador y le ha impreso a su mandato, que recién inicia, un carácter laico y secular.

La presidenta enfrenta desafíos mayúsculos –como la violencia, las desapariciones de personas, la narcopolítica y las agresivas políticas migratorias y comerciales del gobernante estadunidense Donald Trump– frente a los cuales la Iglesia católica tiene posiciones que en algunos casos han generado choques con el poder político mexicano.



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