La extradición de capos, una política fracasada en México y Colombia

BOGOTÁ (proceso).- La extradición de narcotraficantes a Estados Unidos solo ha tenido un beneficiario: la agencia antidrogas de ese país, la DEA, porque esa medida le ha servido para engrosar de manera artificiosa las estadísticas de lucha contra el crimen, las cuales le permiten aumentar sus presupuestos, pero para Latinoamérica, en especial para México y Colombia, ha resultado una “estrategia fallida”.

Así lo plantean, en entrevistas por separado con Proceso, especialistas en política criminal de México y Colombia, los países del mundo que más traficantes de droga extraditan a Estados Unidos y los que más presiones, y hasta amenazas, han recibido de la administración del mandatario estadunidense Donald Trump para combatir el narcotráfico, especialmente la producción y el contrabando de fentanilo.



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