BERLIN, 10 de abril (apro).- “No hay forma comprensible de entender lo que van a ver. Eso que los mexicanos soñamos es una pesadilla”, advierten al público unas regordetas ovejas oníricas que rondan los sueños del príncipe Ricardo de México. Éste, moreno, bajito y bonachón, con cabello pintado de rubio, se revuelca en su cama buscando inútilmente conciliar el sueño.
En realidad el príncipe Ricardo sueña que tiene insomnio. La vigilia permanente que padece lo desespera, lo angustia y lo enfrenta a la más terrible de sus pesadillas: México y su realidad. De una espiral que parece engullirlo surge el rostro de un hombre de cabello y bigote negros. Es Leonardo Valdés Zurita, expresidente del desaparecido IFE, que repite una y otra vez: “México tuvo una jornada electoral ejemplar”. La alucinante pesadilla de este mexicano con aires de realeza lo lleva a encontrarse con más de una decena de personajes surrealistas que, cruda y directamente, le hacen ver su realidad: eres un mexicano jodido, condenado a vivir en un mundo de pobreza, corrupción y desesperanza. Y en ese mundo llamado México, gobierna la peor de las pesadillas, personificada por Quique Krueger. Se trata del show-kabarett Pesadilla en la calle Tenochtitlán, una adaptación del original Pesadilla en la Peña del Infierno, con el que Las Reinas Chulas debutaron este jueves 10 en la capital alemana en el teatro Ballhaus Ost, como parte de una gira por España y Alemania que realizan con el auspicio del proyecto Rutas Escénicas 2014 del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Ante un público expectante, conformado por alemanes pero también por latinoamericanos y mexicanos residentes en este país –y que al final y más allá de la barrera del idioma reconoció el trabajo de las artistas mexicanas junto con el de su invitado Antonio Cerezo con una fuerte ovación– Las Reinas Chulas presentaron en la capital del kabarett su propio estilo de cabaret. “Somos herederas de la carpa, que es la gran herencia que México dio al mundo. Lo que traemos a Berlín es esa combinación entre nuestra herencia y el cabaret (alemán) de posguerra, en el que los espectáculos se van a teatros underground para hablar de política, de los grandes dictadores y del horror a través de la risa y el humor. Y lo que hacemos es combinar el cabaret con la música: contamos una historia y la aderezamos con música”, explica en entrevista previa con Apro, Marisol Gasé. Para esta primera gira europea, el cuarteto de artistas seleccionó el show Pesadilla en la Peña del Infierno, el cual tuvieron prácticamente que rehacer para adaptarlo a un público no mexicano.
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