CIUDAD DE MÉXICO (apro).— El obispo de Culiacán, Jonás Guerrero, y el de Colima, Marcelino Hernández, comparecieron hoy ante el Juzgado 55 de lo Penal para explicar su participación en el caso del sacerdote pederasta Carlos López Valdés, actualmente preso por abusar sexualmente del menor Jesús Romero Colín.
Se trata del primer caso de pederastia en México en el que están implicados dos obispos y un cardenal, en este caso, Norberto Rivera Carrera.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí