CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El abuso sexual presuntamente cometido por parte de un elemento del Ejército contra una niña de nueve años que ingresó a la Guarnición Militar de Cozumel a vender chicharrones desató la furia de los habitantes de la isla, que quemaron la garita de la instalación castrense al exigir el castigo del responsable.
El alcalde de la isla de Cozumel, José Luis Chacón Méndez, confirmó que se le brindó atención a la niña por lesiones de la presunta violación de la que está acusado un militar.
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