A rectificar 4T con Toledo

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace 78 años, en agosto, el Mahatma Gandhi pronunció un discurso memorable. Discurso ese en el que llamó a sus compatriotas a desterrar el odio hacia los británicos, a quienes calificó de amigos equivocados. Estaba en la posición de señalarles sus equivocaciones; era el 1942, en plena Segunda Guerra Mundial. Tiempo ese de tragedia como el de ahora con su pandemia, racismo, violencia y naufragios económicos.

Más que nunca, el hoy exige paz, unidad y benevolencia. México en general es rehén de lo contrario, violencia y encono. La llaga del encono supura división. División programada que infecta el alma nacional en plena pandemia. La medicina adecuada contra dichos males no puede ser otra que la no-violencia por parte de los que combaten por la salud física, social y política de una nación enferma. Y aquí es donde Gandhi aparece como médico atinadísimo.



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