Montañistas, inermes ante “ejidatarios” extorsionadores

Los turistas y escaladores que viajan al Pico de Orizaba, al Nevado de Toluca o al Iztaccíhuatl, además de pagar la cuota de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, se encuentran con retenes instalados por grupos de la delincuencia organizada que, aduciendo que son ejidatarios, les cobran derecho de paso y los intimidan para que contraten sus servicios. Ante las denuncias de extorsión, robo y acoso, la Conanp, los gobiernos estatales, la Sedena y la Guardia Nacional niegan que les corresponda solucionar ese problema.

Ciudad de México (Proceso).- La emoción de escalar o visitar las montañas más altas de México se ha convertido en temor. El Pico de Orizaba, el Paso de Cortés, el Nevado de Toluca y las faldas del volcán Iztaccíhuatl suelen ser visitados los fines de semana por cientos de turistas, quienes ponen a prueba capacidades como la agilidad y resistencia en estos lugares. Pero estas “reservas ejemplo” –así catalogadas por lo espectacular de sus paisajes– son peligrosas por el abandono y olvido de las autoridades federales y locales.

Diciembre, mes de los asaltos, dicen traileros: Los cárteles imponen su ley en las carreteras federales

Traileros aseguran que estas fechas decembrinas son las más peligrosas para transportar mercancías, pues cada viaje que emprenden es un atraco seguro. Dicen que nada detiene a los grupos criminales que controlan la zona metropolitana y estados circunvecinos: son ellos quienes imponen los precios y abasto de los alimentos y contribuyen así a aumentar la inflación. La Comisión de Transporte de la Concamin asegura que sus representantes ya elaboraron un mapa delictivo y lo entregaron a las autoridades, pero los robos se incrementan.

 

“Cobro de piso”, la nueva pandemia en la capital

La capital del país no está exenta de la presencia y acción de las bandas del crimen organizado. Son varios los cárteles que operan en la Ciudad de México, y cada vez que las autoridades desarticulan un grupo criminal, de éste surgen varios más en una atomización difícil de perseguir. Tras los confinamientos impuestos por la pandemia y al volver a la normalidad las actividades diarias, los delincuentes vuelven a atemorizar a la población con, entre otras cosas, el cobro de piso para locales comerciales tanto en Polanco como en la Zona Rosa o el Centro y con la extorsión a los transportes públicos en la periferia.