Beethoven, “Misa solemne”

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Se presentó el pasado 6 y 9 de julio en el Palacio de Bellas Artes la Misa solemne en Re mayor Opus 123, de Ludwig von Beethoven (1770-1827). Interpretaron el Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes con solistas emanados del primero.

En escribir esta obra Beethoven empleó demasiado tiempo: de 1819 a 1823. El autor tenía la intención de estrenarla durante la solemne ceremonia de investidura como arzobispo de su protector y alumno el archiduque Rodolfo de Austria, y así se lo comunicó el músico, pero la partitura no estuvo lista para el acto celebrado en 1820. El motivo de la tardanza fue que Beethoven simultáneamente trabajaba en otras obras y quiso hacer un trabajo muy depurado y cuidadoso; música de elevada nobleza, un testimonio para la posteridad de su pensamiento sobre la humanidad, la religión y la fe, y el resultado no pudo ser más feliz: una de las cumbres más altas de la creación del autor. Beethoven no era especialmente fanático de la práctica católica, de hecho sólo compuso la Misa en Do mayor Op. 86 y esta Op. 123.



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