Casos “El Marro” y Duarte exhiben una Iglesia delincuente

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La detención del Marro puso en evidencia un hecho que se sabía a voces en Guanajuato: su cercanía con la Iglesia católica de la región del Bajío.

Su devoción no se limitaba a otorgar generosos donativos a curas y parroquias. Ha trascendido que la Sedena sigue la pista del dinero en ciertas operaciones inmobiliarias y de terrenos que se hicieron como donaciones a la Iglesia por conducto de empresarios que, luego se sabría, estaban vinculados con el Cártel de Santa Rosa.



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