Clima de terror para activistas en Tamaulipas

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Mensajes de odio e intimidatorios y amenazas de muerte contra él y su familia son las secuelas que sufre Raymundo Ramos Vázquez por denunciar casos relacionados con abusos cometidos por soldados y marinos en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Como presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), única organización de su tipo activa en la ciudad fronteriza, Ramos Vázquez está en riesgo permanente desde 2011 por atreverse a representar a víctimas de violaciones graves a derechos humanos cometidas por miembros de las Fuerzas Armadas, y se considera a sí mismo como un ejemplo de lo que puede ocurrir con otros defensores en caso de que se concrete la Ley de Seguridad Interior, que pretende dar poder a las fuerzas federales para asumir tareas de seguridad pública.



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