El Banco de México y la salida de Hilda Trujillo. No al sueño de Rivera en el Anahuacalli

Al frente durante 18 años de los museos de Diego Rivera y la casa azul de Frida Kahlo –sujetos a un fideicomiso del Banco de México–, la promotora cultural pretendió el rescate del supremo legado del muralista: levantar una Ciudad de las Artes. Lo consiguió parcialmente, obstruida por intereses de diversa índole, que relata en términos generales, si bien apoyada en documentos, cifras, hechos. A dos años de la salida de sus cargos –aún no explicada–, decide entregar este testimonio para mostrar cómo la burocracia y los intereses personales, por desatención y codicia, pasan por encima de los esfuerzos de los artistas  y sus impulsores.

 



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