El capricho que mató a una novena clásica

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- El dueño de los Tigres de Quintana Roo, el empresario Carlos Peralta, solicitó la salida de este equipo de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), inconforme por la política de libre contratación de peloteros mexicanos de doble nacionalidad. Sin embargo, esta postura contrasta con la que apenas hace un par de años pregonaba: no discriminar a los jugadores que no nacieron en territorio nacional.

El anuncio de Peralta, que pone fin a una trayectoria de 62 años de este equipo en la LMB, es el punto culminante del conflicto que estalló en septiembre pasado, cuando la Liga se dividió en dos bandos: los clubes que consideran que debe existir un límite en la contratación de los peloteros de doble nacionalidad –en beneficio de los nacidos y formados en México– y los que, con base en la legislación mexicana, defienden la libre contratación.



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