Un contrabando muy bien monitoreado

WASHINGTON (Proceso).- Documentos marcados como “sensibles” por los gobiernos de Estados Unidos y México evidencian el rastreo y recuperación de armas que se llevaron a cabo en las operaciones Gunrunner y Wide Receiver, antes de Rápido y Furioso.

Los expedientes –copias de los cuales tiene Proceso– exhiben bitácoras realizadas a partir de enero de 2007 y confirman que el entonces presidente Felipe Calderón siempre estuvo al tanto del tráfico ilegal de armas a México, autorizado y supervisado por Estados Unidos.



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