Una visita que deja muchas enseñanzas

Ciudad de México (apro).- No era el mejor momento para el encuentro entre la vicepresidenta Kamala Harris y el presidente López Obrador. Un día después de las elecciones intermedias en México, cuyos resultados modificaron significativamente el mapa político del país, las preocupaciones de los mexicanos andaban en otra parte.

A su vez, Kamala estaba cumpliendo una labor casi imposible. Ocuparse de encontrar solución a los problemas que propician la migración desde los países del Triángulo del Norte (Guatemala, Honduras, El Salvador) hacia la frontera sur de Estados Unidos, es tarea de largo plazo; difícil o imposible que regresara de su viaje con noticias sobre éxitos inmediatos.



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