Echeverría, reo solitario en su propia casa de San Jerónimo

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El expresidente Luis Echeverría, quien fuera todopoderoso en el régimen del partido de Estado, envejeció en su casa, cercado por las acusaciones de perpetrar la matanza de Tlatelolco en 1968 y orquestar el Halconazo de 1971, de las que fue exonerado “por falta de pruebas”. Hasta allá lo alcanzó una intriga, pero no de opositores o de víctimas del poder represivo que una vez encabezó; fueron sus propios hijos los que tomaron el control de su residencia, expulsaron a su personal de confianza y le quitaron la autonomía sobre su dinero. Todo se sabe por las revelaciones a Proceso de quien fue su asistente personal, María Modesta Gil Cedillo.

Luis Echeverría Álvarez, el hombre fuerte que estuvo en el epicentro del régimen que masacró a cientos de estudiantes en 1968 y 1971, vive el exilio interior. Sin bienes ya a su nombre, con menguados recursos propios y despojado de querencias personales, vive confinado, casi en el abandono, en un rincón de lo que fue su residencia en San Jerónimo.



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