En su historial, traiciones y matanzas

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).­­– En el año 2000 el viejo régimen del PRI estaba por caer, pero Luis Echeverría Álvarez seguía vigente. Hacía un cuarto de siglo que había dejado la Presidencia, pero aún recibía en su residencia de San Jerónimo a personajes políticos, en una práctica que incomodó a quienes lo sucedieron en Los Pinos.

José López Portillo y Miguel de la Madrid tuvieron que actuar para detener el protagonismo del expresidente, quien desde que salió de Los Pinos rompió una de las reglas del sistema: el silencio de los exmandatarios.



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