Niñas como mercancía sexual

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- El mal tiene muchas y muy terribles representaciones, pero hay una que araña con mayor filo la conciencia: el sufrimiento que las personas adultas podemos imponer a las niñas y los niños, en particular cuando la crueldad tiene connotaciones sexuales.

Esta tragedia suele alertar con énfasis los sentidos de la sociedad y, desde luego, el interés de la política. Frente al abuso, la pornografía y prostitución infantil no cabe la tolerancia, mucho menos el desdén.



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